Se pueden falsificar genéricos, «superventas» que toma mucha gente o los llamados «medicamentos de calidad de vida» que se usan para tratar los problemas de salud de los hombres, como la disfunción eréctil, la obesidad y la calvicie. Recientemente ha aumentado la falsificación de medicamentos para trastornos estigmatizados (como las enfermedades mentales) y para tratar el cáncer.
Existen cientos de medidas tecnológicas que se pueden aplicar para evitar que se falsifique los medicamentos, y cada día que pasa aparecen más. Las tres categorías principales son las medidas abiertas, cubiertas y forenses.
Tecnologías abiertas (visibles)
Se suelen encontrar en el envase. Puede ser, por ejemplo, un código de barras bidimensional, una etiqueta RFID (de identificación por radiofrecuencia), un holograma o una etiqueta impresa en tinta especial que cambia de color al mover el envase de determinada manera.
Puede preguntarle al farmacéutico si el medicamento tiene alguna de esas características y después comprobar sistemáticamente los envases nuevos antes de usarlos. La ventaja de las tecnologías abiertas es que se ven a simple vista, pero son también lo primero que el falsificador ve y lo primero que intenta falsificar.
Tecnologías cubiertas (invisibles)
Alguna de estas tecnologías sólo son visibles en el laboratorio y, aunque en pocos casos pueda afirmarse con un 100% de seguridad que es imposible copiarlas, al falsificador le resulta muy difícil. Estas tecnologías se usan también en otros productos, como los billetes o el software, por ejemplo, y suelen ser muy eficaces.
Tecnologías forenses
Son el indicador más fiable de que un medicamento es una falsificación. El medicamento se analiza en el laboratorio bajo condiciones estrictas y su «huella dactilar» química se compara con una muestra de control. El análisis forense se suele hacer cuando existen pruebas convincentes de que un medicamento puede ser una falsificación.
Por lo general los fabricantes usan diversas tecnologías para ir un paso por delante de los delincuentes. Consulte nuestros consejos para averiguar cómo usted, como paciente, puede comprobar su medicamento y convertirse así en el último obstáculo para los falsificadores.